
La Resurrección
Iglesia de Santa Marina
Año:Siglo XIV
ANTECEDENTES CONSTRUCTIVOS. La construcción de este templo tuvo lugar en los inicios del siglo XIV. En su historia destaca su desaparición como parroquia para convertirse en filial de San Julián y su incendio en 1869 y durante los sucesos revolucionarios de 1936. Existen opiniones divergentes acerca de si el edificio fue alzado de cimientos tras la conquista de la ciudad o si fue mezquita musulmana adaptada a sus nuevas funciones religiosas. Nada parece argumentar que es-ta segunda versión sea la acertada y sí que su estilo es mudéjar, de manera que la torre, considerada por algunos alminar, nada tiene que ver con la cultura precedente a la conquista cristiana. De su época primitiva (se sabe que el templo fue reedificado en 1356 por Pedro I) se conservan numerosos elementos arquitectónicos, entre ellos la portada de los pies, de arquivoltas y decoración con puntas de sierra. Catorce cabezas de leones rematan el alfiz, con cinco doseletes que dan cabida a otras tantas esculturas de bulto, muy desgastadas, que representan al Dios Padre, centrado en la clave y bendiciendo, y a la santa titular en diversas actitudes.
DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA. Posee tres naves que hasta 1869 se cubrían por alfarje, si bien se conserva la de la cabecera, de nervios góticos; esta posee tres tramos, uno poligonal y dos rectangulares. Remata la iglesia en un ábside de sección octogonal, Las portadas de las naves laterales, de arquería ojival, pueden fecharse en torno a los comedios del siglo XIV, al igual que la torre, elevada al lado de la portada y con ingreso por la nave lateral. El alargado y poligonal ábside se presenta al exterior reforzado con contrafuertes, si bien el aspecto de cerrazón lo suavizan alargados vanos que le dan luz. El templo, además, se ilumina con la luz natural que le proporcionan tres óculos.
OTROS ALTARES Y DEPENDENCIAS. La capilla de la Piedad se abre en la nave izquierda. La cubre una bóveda mudéjar de lazo, siendo muy interesantes los azulejos del zócalo y la propia solería, probablemente del mismo tiempo de la construcción. Restos importantes de la primitiva edificación se encuentran en
tres de las capillas. A pesar de los avatares, se han conservado, además de las imágenes titulares, la escultura de la Divina Pastora, de Gijón, con su Simpe-cado, pintado por Tobar. A los pies del altar mayor está sepultado el cronista de Carlos V, Pedro Mjía, cuya lauda sepulcral fue redactada por Arias Montano, y en sus bóvedas descansan los restos del escultor Felipe de Rivas. En su pila bautismal recibió las aguas Duque Cornejo.
Dirección
Calle:San Luis, 46